Escribe Jana Beris, corresponsal de la BBC en Jerusalén
Braja Ben-Itzjak, de 43 años, está casada y tiene 13 hijos de entre un año y medio y 20 (nueve varones
y cuatro niñas).
Originalmente de Beit Nekofa, una localidad cerca de Jerusalén, a los 24 años llegó a la zona de Hebrón.
"Llegamos por los vínculos judíos con la ciudad", afirma.
Se hizo religiosa antes de casarse y empezó a criar niños. "Esa es mi profesión", dice.
¿Cómo es la vida en Hebrón? ¿Tiene miedo?
Shalhevet Pass, una bebé israelí muerta a raíz de un atentado en Hebrón.
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Hoy en día es cómico que se diga que en Hebrón se vive con miedo. Hace unos meses,
quizás se podía hablar de algo diferente, pero ahora, cuando hay tantos atentados en todos lados, ¿acaso se puede decir que
Hebrón es un lugar que da miedo? Es sólo algo sicológico. No tiene fundamento alguno.
Hoy en día no sucede sólo en Hebrón que a alguien le disparen cuando va por las carreteras. Cuando
uno va al centro comercial y vive con la sensación de que en cualquier momento puede haber una explosión, ¿acaso podemos decir
que nosotros aquí vivimos con más miedo que otros en otros sitios?
Aquí, relativamente, podemos decir que la situación es maravillosa porque el ejército ocupó toda la
ciudad y los palestinos están neutralizados. La verdad es que en Hebrón estamos más seguros que en otros lados.
¿Le parece que ésa es la solución apropiada?
La solución es la guerra. No hay otra. ¿Qué solución puede haber con gente que asesina a mujeres y
niños, con la simple intención de matar a un pueblo? ¿Qué solución que no sea matarlos a los que quieren matarnos a nosotros?
Pero para que ustedes se sientan seguros el ejército limita a la otra parte, impone restricciones
a los palestinos, también a personas que nada tiene que ver con los atentados. ¿Eso está bien?
Que dejen de dispararnos y de matarnos y entonces las cosas serán diferentes. Pero si se comportan
como animales, pues merecen estar como en jaulas. Después de todo lo que nos hacen, obligándonos a tener a cada rato en funerales,
pienso que los tratamos demasiado bien.
¿Qué opinión le merece lo que sucedió recientemente durante el funeral de Elazar Leibowitz, residente
de la comunidad judía de Hebrón, muerto en un atentado? Algunos de los que participaron en el funeral dispararon a casas palestinas,
hubo mucha violencia.
Una mujer palestina escapa de una incursión militar israelí.
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Ante todo, mi hijo iba en el mismo coche con Leibowitz y salió ileso por milagro.
Se había casado recientemente e iba en el automóvil con su esposa. Él se salvó, pero Elazar, su mejor amigo, fue asesinado.
¿Pero el dolor de situaciones como ésa justifica la reacción violenta que hubo?
Ya no me molesta decirlo: si los árabes hicieran en otro lado, a otro pueblo, lo que nos hacen a nosotros
aquí, creo que la reacción de otros ya habría sido matar a cientos de árabes.
Aquí lo que hay es contención, y el comportamiento durante el funeral fue bastante reservado. No estamos
dispuestos a sepultar cada tanto a amigos nuestros, a seres queridos, y oír que piden aliviar su situación.
David Wilder, un colono judío.
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¿No le molesta que durante esa reacción de la población en el funeral, el hecho
de que hayan disparado y matado a una niña palestina de 14 años en el balcón de su casa?
Quizás si del otro lado también muere gente, van a entender que esto así no puede seguir. Quizás si
tienen miedo, también van a temer atacar a nuestros civiles inocentes. Y yo todavía soy una persona equilibrada.
¿Cree que la vida que puede dar en Hebrón a sus hijos es normal?
Sí, creo que en Hebrón la vida es ideal, porque es un lugar sagrado. Mis hijos reciben aquí mucha espiritualidad
y vínculos con sus propias raíces.
Al vivir en Hebrón, ¿no carga con demasiada responsabilidad por colocarlos en una situación de riesgo
constante, sobre la que al menos los más chicos no pueden decidir por sí solos?
¿Y la madre que vive en Jerusalén y deja que su hijo vaya a dar una vuelta en el centro comercial y
él vuela en una explosión? ¿No lo cría en un lugar peligroso? ¿Y la madre cuyos hijos viajan en autobús y el autobús estalla?
Yo me pregunto cómo resiste la gente en Jerusalén.
Quizás la diferencia radica en el hecho de que la presencia de la comunidad judía en Hebrón sigue
siendo objeto de dura controversia.
Nadie queda al margen de la violencia.
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No me parece que esa polémica exista. Hoy nos respaldan en forma sólida. Esto no
tiene nada que ver con los atentados. No me parece que sea oportuno siquiera hablar ahora de entregar Hebrón. Nadie lo debate
siquiera.
Si algún gobierno israelí, éste o los venideros, deciden renunciar a Hebrón en el marco de un eventual
acuerdo de paz, ¿cómo reaccionaría?
No me parece que tenga sentido mencionar hoy este tema.
¿Reaccionaría por la fuerza?
No lo sé.
¿Ustedes en Hebrón, son un obstáculo para la posibilidad de paz?
¿Cómo se puede hablar todavía de paz con todo lo que ocurre? Es increíble.
¿Ustedes son un elemento de inestabilidad en esa zona?
Todo lo contrario, porque si no estuviéramos en Hebrón, no existirían muchos otros sitios. El que exista
aquí esta pared, que es la ciudad judía de Hebrón, da un respaldo muy importante a otras ciudades. Nosotros fortalecemos a
los demás.