La Unión europea abrió una oficina de negocios en la Isla de Cuba, con el objetivo
de dar nuevos bríos a las relaciones entre La Habana y el bloque económico.
La apertura se produjo dos meses después de que Cuba solicitara el ingreso al acuerdo de Cotonou, un
pacto comercial entre la Unión Europea y los llamados países ACP, de África, el Caribe y el Pacífico.
La oficina fue inaugurada por el Comisario de Desarrollo y ayuda Humanitaria de la Unión Europea, Poul
Nielson, en presencia del canciller cubano Felipe Pérez Roque, el titular de la oficina, el alemán Sven Kuhn Burgsdorff, y
una nutrida representación del cuerpo diplomático acreditado en la isla.
En declaraciones para la agencia EFE, Nielson expresó que se abre "una nueva era en las relaciones
entre la Unión Europea y Cuba", quien se refirió también al trabajo conjunto que han realizado sobre derechos humanos.
Cuba es el único país de América Latina que no tiene acuerdos de cooperación con la Unión Europea,
pero podría beneficiarse con el Conotou con parte de los 13 mil quinientos millones de Euros que se concederán a la región.
El canciller Pérez Roque, por su parte, dijo que entendía que la Unión Europea estaba reconociendo
"la obra del pueblo y el gobierno cubano a favor de los derechos políticos, sociales y culturales y de los derechos humanos".
Asimismo agradeció la oposición de la UE en la Asamblea de la ONU al embargo de Estados Unidos contra
Cuba.