Desde La Habana escribe el corresponsal de la BBC, Fernando Ravsberg.
La Unión Europea y Cuba reanudaron este fin de semana el diálogo político bilateral para buscar un
entendimiento que le permita a la isla beneficiarse con los acuerdos de colaboración económica.
"Creo posible que como resultado de este diálogo haya una mejoría en el nivel de las relaciones políticas
entre la Unión Europea y Cuba", afirmó el canciller cubano Felipe Pérez Roque.
El canciller cubano augura mejores relaciones con la UE.
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El Ministro de Exteriores agregó que esperaba que "haya una mayor comprensión de
la realidad cubana y se puedan vencer estereotipos que hoy entorpecen las relaciones entre la Unión Europea y Cuba".
Los delegados europeos no realizaron declaraciones a la prensa, tal vez porque Jan de Bock, secretario
general de la Cancillería belga y presidente de la delegación no llegó a tiempo por tener problemas con su avión en Estados
Unidos.
Condiciones políticas
Europa aplica con Cuba una política colectiva en la que se supeditan las relaciones económicas y de
colaboración a que La Habana realice cambios políticos en su sistema.
La llamada "Posición Común" implica la exclusión de Cuba del acuerdo ACP (África, Caribe, Pacífico)
que privilegia a los países de estas regiones en la colaboración económica, los créditos y la ayuda al desarrollo.
Cuba por su parte no acepta condicionamientos de índole político que además solo se aplican a la isla
ya que este es el único país del mundo para el cual Europa tiene una "Posición Común".
Sin embargo, esta posición no parece en realidad tan "común" a todos los países de la Unión Europea,
de hecho la actual Presidencia belga ha trabajado para lograr un deshielo en las relaciones bilaterales.
¿Posición común?
Cuba busca beneficios económicos.
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La "Posición Común" surge después de la negociación con EE.UU. en la que Washington
se comprometió a no aplicar la ley Helms Burton a las empresas del viejo continente que inviertan en Cuba.
Europa por su parte aceptó desarrollar una política que promueva cambios democráticos en la isla, objetivo
muy general que cada país podía aplicar con independencia hasta que Madrid impulsó una política única.
Diplomáticos europeos afirmaron a la BBC que España es el país que mantiene una política más intransigente
en el tema Cuba, mientras Bélgica, Alemania, Francia o Gran Bretaña se muestran más flexibles. La diferencia de enfoque consiste
en que mientras Madrid exige los cambios previamente otros países europeos apuestan por la integración como mecanismo para
influir en las transformaciones.
A contrarreloj
El encuentro de este fin de semana fue promovido por Bélgica con una visita a Cuba del canciller de
esa nación y otra del ministro de exteriores cubano a Bruselas.
Ambas partes parecen realizar una carrera contrarreloj, intentando promover un cambio en la "Posición
Común" antes de que España asuma la Presidencia de la Unión Europea el próximo año.
Este mes Europa deberá revisar su política hacia Cuba y de este encuentro que se realiza en La Habana
dependerá en mucho el mejoramiento o no de las relaciones bilaterales.
Lo curioso es que la "Posición Común" no se refleja en lo mas mínimo en las relaciones que Cuba mantiene
individualmente con los países de la Unión Europea.
España por ejemplo es el principal socio comercial de la isla y sus empresarios tienen la mayoría de
las empresas mixtas que existen en Cuba, incluyendo el control de los famosos habanos.
La principal inversión por monto de capital es italiana, las cadenas hoteleras que operan son mayoritariamente
europeas y el mayor número de turistas que llegan al país provienen del viejo continente.
Una realidad que resulta por lo menos paradójica.