La economía china no muestra signo alguno de cansancio sino que, por el contrario, está creciendo a un ritmo anual del 9,9%, según la proyección de datos oficiales del primer trimestre de 2003.
La Oficina Nacional de Estadísticas informó que la fuerte expansión del gigante asiático -la mayor en seis años- se debe al resurgimiento de la inversión doméstica y del consumo interno.
Las inversiones se incrementan a un ritmo anual del 27,8%.
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Sin embargo, la Oficina advirtió que persisten algunos problemas en la economía.
Citó la distribución desigual de la riqueza y las amplias variaciones en los niveles de vida.
Además señaló que la propagación de la neumonía atípica, conocida como Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), tendrá un impacto negativo en el crecimiento.
Con todo, la expansión económica registrada en el primer trimestre superó todas las expectativas del gobierno, que calculaba un porcentaje del 7%.
¿Crecimiento sólido?
Hasta hace poco tiempo, los especialistas se habían mostrado preocupados por el hecho de que la expansión china no estuviera sólidamente basada en la actividad económica, sino meramente en el consumo.
Pero la Oficina Nacional de Estadísticas despejó los temores al indicar que las inversiones de largo plazo en infraestructura, fábricas y viviendas han estado aumentando a un ritmo anual del 27,8%.
Las ventas, en cambio, han registrado un incremento del 9,2%, a pesar de la creciente demanda de automóviles, electrodomésticos y artículos electrónicos como teléfonos celulares.