América Latina va bien, pero todavía se ha hecho poco y hay que hacer muchas más reformas.
Ésa es la visión del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koehler, quien expuso sus ideas sobre la economía de la región y del mundo en un discurso pronunciado en el Banco de España en Madrid.
Koehler, que visita por primera vez España desde que se puso al frente del FMI, reconoció que América Latina está atravesando una situación económica particularmente difícil, aunque expresó un cauto optimismo de que saldrá adelante.
Señaló que la región cayó un 0,5% en su crecimiento debido a la aguda recesión en Argentina.
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Estoy de acuerdo con el ex presidente de México, Ernesto Zedillo, que dijo que el principal problema en América Latina no han sido demasiadas reformas, sino muy pocas. Y debo añadir: políticas inconsistentes
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Horst Koehler |
El reconocimiento de Koehler deja atrás la afirmación que hicieron en el pasado varios expertos de organismos internacionales, incluidos del FMI, de que la crisis Argentina no iba a tener gran repercusión en Latinoamérica.
El director gerente dijo que Argentina ahora está recuperándose, pero que aún es necesario un plan de mediano plazo para soportar este repunte que se mantiene frágil.
En cuanto a la región en general, indicó que hay signos de una recuperación que debe ser alimentada con las políticas adecuadas y un liderazgo positivo.
¿Dónde está el problema?
Koehler recordó la aplicación de las políticas orientadas hacia el mercado de los años 90 que permitieron superar las fuertes crisis de los años 80 y afirmó que la caída experimentada en la región a partir de 1998 no debe ser achacada a la aplicación de éstas.
Para el ejecutivo del FMI, el problema se encuentra en la necesidad de hacer más cambios y tener políticas más consistentes.
"Estoy de acuerdo con el ex presidente de México, Ernesto Zedillo, que dijo que el principal problema en América Latina no han sido demasiadas reformas, sino muy pocas. Y debo añadir: políticas inconsistentes", afirmó.
Lo que quedó en el tintero
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(Los gobiernos latinoamericanos) deben reducir su vulnerabilidad con políticas macroeconómicas saneadas, pero sobre todo con una buena política fiscal
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Horst Koehler |
Para Koehler, las privatizaciones no estuvieron acompañadas de un sistema de regulación adecuado que asegurara la competencia y que las políticas fiscales no estuvieron acorde con los tipos de cambio.
A ello hay que añadir que las políticas sociales no ayudaron a disminuir la excesiva inequidad en el ingreso ni a construir redes de seguridad. Lo que terminó por erosionar el apoyo a las reformas.
Muchos de los críticos del FMI aseguran que, justamente, fue la propia ortodoxia del organismo que obligó a aplicar una serie de duras reformas sin tomar en cuenta el costo social, la que terminó por descarrilar el esfuerzo hecho en la región durante la última década.
Además, acusan a la institución de haber apoyado y alabado una serie de políticas económicas que, a la larga, terminaron siendo muy negativas, como el régimen de convertibilidad en Argentina que terminó llevando al país a una de las peores crisis de su historia.
Las tareas que se vienen
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... si descartamos una guerra prolongada en Oriente Medio, lo que es muy poco probable, espero que la recuperación (mundial) tentativa continúe.
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Horst Koehler |
Koehler, en su discurso reconoció que para salir adelante, América Latina debe entender que, aunque necesaria, una adecuada política macroeconómica no es suficiente para el crecimiento.
Agregó, sin embargo, que la estabilidad macroeconómica y una adecuada política fiscal son importantes para hacer menos vulnerables a los países a golpes externos.
"Eso significa desarrollar una cultura de vivir con lo que uno tiene e incurrir en endeudamiento (bajo términos razonables) sólo con fines productivos", agregó.
El director gerente también insistió en la necesidad de profundizar en las reformas estructurales y hacer más eficiente el sistema regulatorio, además de fortalecer las instituciones que generan un mayor apoyo a la democracia y permiten funcionar a las economías de mercado.
Finalmente, Koehler consideró necesario atacar con firmeza los problemas sociales de la región.
En cuanto a la economía mundial, el máximo ejecutivo del FMI, expresó su confianza en la recuperación, aunque reconoció que todavía se viven momentos de incertidumbre.
Indicó que se espera que este año la economía global crezca un poco más del 3% y que probablemente las economías avanzadas se vean obligadas a bajar sus tasas de interés para apuntalar la recuperación mundial.