Escribe Mariana Martínez, especial para BBC Mundo.
Los argentinos ya no creen en el sistema financiero, prefieren recurrir a la vieja y conservadora estrategia de guardar los ahorros bajo el colchón.
Después del "corralito" son pocos los argentinos que se aventuran a colocar sus ahorros en los bancos, así lo confirman los más de 31.000 millones de dólares que están fuera del sistema financiero, según un informe publicado por el diario "La Nación".
En base a datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el periódico calcula que unos 31.000 millones de dólares y otras divisas están guardados bajo el "colchón" o colocados en cajas de seguridad.
Tras el "corralito" los argentinos prefieren guardar el dinero bajo el colchón.
|
El organismo oficial estima que al cierre del año 2000 el dinero fuera del sistema financiero ascendía a 21.207 millones de dólares.
La cifra se disparó a 28.076 millones de dólares al finalizar el 2001 tras la devaluación del peso argentino y la consecuente fuga masiva de capitales de los bancos.
El volumen de divisas fuera del sistema financiero argentino equivale aproximadamente al triple de las reservas internacionales del Banco Central del país y al 30% del Producto Bruto Interno argentino.
El informe recalca que si el volumen de divisas fuera del sistema financiero se volcara a financiar consumo o inversión, haría caer de manera sostenida la cotización del dólar en el mercado local.
No a los bancos
Millones de dólares salieron de los bancos tras la devaluación del peso argentino.
|
La idea de que los argentinos ya no creen en el sistema financiero es remarcada también por un informe publicado por el portal electrónico Infobae, que señala que el 64,5% de los argentinos no guardaría sus ahorros en ningún banco.
El portal electrónico realizó una encuesta entre 600 personas en la capital y su cinturón y reveló también que el 43,2% de los argentinos no pediría un préstamo bancario.
El abultado volumen de divisas fuera del sistema financiero hace pensar que pasará un buen rato hasta que los bancos vuelvan a seducir y captar los ahorros del los argentinos.