Escribe Andrés Patuelli, colaborador de BBC Mundo en Bruselas
La ampliación de la Unión Europea, prevista para el año 2004, no pasará inadvertida para las economías latinoamericanas.
Para muchos de los diez países entrantes, los productos agrícolas constituyen parte importante de sus exportaciones.
Por una parte, esto representará competencia para las materias primas latinoamericanas de venta en Europa. Pero, por la otra, los nuevos miembros de la UE añadirán 120 millones de personas al mercado del viejo continente.
Sobre estos dos hechos se basan los puntos de vista contrarios acerca de las consecuencias que tendrá la ampliación europea al otro lado del Atlántico.
Prioridades
Para Gunnar Wiegand, portavoz de Francisco Da Camara, responsable en la Comisión Europea para las relaciones con América Latina, la expansión de la Unión Europea hacia el este comporta "impactos importantes y positivos" para las naciones latinoamericanas.
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La expansión de la UE creará un mercado más amplio para las exportaciones latinoamericanas
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Gunnar Wiegand |
Según el funcionario, el punto clave está en la creación de "un mercado más amplio para las exportaciones" de la región.
"Con el tiempo, esta población aumentará además su poder adquisitivo, como ocurre ya con Grecia, Portugal y España", agrega.
David Cusatto, periodista especializado en las relaciones entre Europa y América Latina, es más bien pesimista.
En su opinión, la ampliación puede resultar positiva para Chile, México o Brasil, pero "catastrófica" para el resto de los países, en particular los de América Central.
Primero, porque "la mayor participación de los nuevos estados miembros en la producción agrícola europea afectará las exportaciones de los países centroaméricanos".
Diez países se sumarán a la UE en el 2004.
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Pero, más en general, porque se afectarían otras actividades, como las cadenas de montaje de productos semi elaborados (las "maquiladoras"), instaladas actualmente en Honduras, Nicaragua y El Salvador, entre otros.
"Europa del Este, en cambio, está más cerca y ofrece una mano de obra barata, calificada y con bajo nivel de sindicalización", opina.
Exportaciones agrícolas
En las últimas cuatro décadas, la participación de América Latina en el mercado mundial de la exportación de productos agrícolas ha bajado de 15%, en 1960, al 11%, en 2000.
Europa, en cambio, ha crecido del 31% en 1960 a un 48%, en 2000 y es actualmente el principal exportador agrícola del mundo.
¿Se acentuará está tendencia con la ampliación de la Unión Europea?
Según Gunnar Wiegand, la ampliación abrirá campo a las exportaciones agrícolas latinoamericanas.
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Europa del Este está más cerca y ofrece una mano de obra barata, calificada y con bajo nivel de sindicalización
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David Cusatto |
"Los productos que Europa no puede producir, no tendrán dificultades para entrar al mercado europeo. Al contrario, van a tener más posibilidades".
"Evidentemente, habrá problemas en el mercado de los productos que sí se producen en Europa", reconoce el funcionario.
Pero para Wiegand las dificultades disminuirán incluso en este particular.
"La Unión Europea debe modificar su actual política de subvenciones agrícolas, porque hay que eliminar las distorsiones que ellas producen en los mercados internacionales", dice.
"El exportador europeo será menos o eventualmente no subvencionado, lo que dará nuevas oportunidades a los exportadores latinoamericanos", considera.
Prioridades europeas
David Cusatto duda de que la ampliación vaya a cambiar radicalmente la tendencia general de las relaciones entre la UE y América Latina.
Los vaivenes del mercado global preocupan a los productores.
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Latinoamérica no constituye una prioridad para la UE, mientras que Europa del Este sí, afirma Cusatto.
"En los últimos años la UE ha reorientado hacia Europa del Este tanto los capitales como la cooperación al desarrollo", señala.
Cusatto recuerda también que América Latina representa apenas el 5% del comercio total de la UE. La balanza comercial entre ambas regiones es también desfavorable para los países latinoamericanos, agrega.
De hecho, el comercio birregional creció un 60% desde 1990, pero ello se debió al mayor volumen de importaciones que América Latina realizó desde los mercados europeos.
En la última década, las importaciones desde Europa crecieron un 130% mientras las exportaciones sólo crecieron en un 13%.