Escribe Adrián Fernández, enviado especial de la BBC a Egipto
"Los árabes vamos a ser humillados nuevamente por occidente y los sionistas" me dice Mohamed, el taxista que me lleva a la oficina de la BBC, cuando le pregunto que piensa sobre la situación en Irak.
"Yo todavía me acuerdo del '67, del '73, de la ocupación del sur del Líbano y de la última Guerra del Golfo" agrega resignado mientras conduce esquivando coches y peatones en el caótico tráfico de la ciudad.
"Al diablo con Saddam, Bush y Sharon, estoy harto de todos ellos", dijo el estudiante Amir.
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En las calles de El Cairo se siente rabia, frustración y preocupación por lo que pueda pasar no sólo en Irak sino en toda la región.
Sin embargo, se vive una aparente normalidad, los sentimientos se expresan en privado o en virulentos editoriales de los periódicos.
No se ven grandes marchas callejeras en este país que vive bajo estado de emergencia desde 1981.
Los únicos que parecen protestar públicamente y casi a diario contra la guerra son los estudiantes universitarios.
"No apoyo a Saddam"
Aunque sus manifestaciones están confinadas a los distintos campus, ya que la policía impide que se desborden a las calles del Cairo
"No apoyo a Saddam" me confiesa Hassan, un joven de 20 años, "pero Israel también tiene armas de destrucción masiva, ¿porqué no los invaden a ellos?".
Me quiere seguir hablando, pero un policía interrumpe para averiguar si tengo acreditación oficial, para que medio trabajo y cuanto tiempo voy a estar en Egipto.
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Al diablo con Saddam, Bush y Sharon, estoy harto de todos ellos. ¿Por qué a EE. UU. no le gusta la tranquilidad? ¿Por qué se meten donde nadie los llama? ¿Por qué no intercambiamos cultura en lugar de balas? Una guerra no ayuda a resolver ningún problema. La verdad, tengo miedo. 
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Yehya, desempleado |
La opinión de Hassan coincide con la de la mayoría de la gente con la que he hablado. Para ellos, los problemas de Medio Oriente tienen su raíz en el conflicto irresuelto entre israelíes y palestinos.
Egipto fue el primer país árabe en establecer relaciones diplomáticas con Israel y es la sede de la Liga Árabe. Muchos egipcios se jactan de que su país, al igual que Irak, fue cuna de antiguas grandes civilizaciones.
Tiempos difíciles
Amer es un guía que se gana la vida llevando turistas occidentales y japoneses a visitar la pirámides desde el hotel donde estoy hospedado.
"Se vienen tiempos difíciles" me confiesa, "después de la última Guerra del Golfo hubo una serie de atentados terroristas contra objetivos turísticos y el negocio disminuyó muchísimo".
"EE.UU. no tiene derecho a intervenir", dijo Fátima a nuestro enviado.
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El turismo representa uno de los mayores rubros de ingresos de Egipto, junto a la exportación de petróleo y la ayuda económica de Estados Unidos. El ingreso anual per capita es $ 1.500.
En buena medida desmoralizados, controlados y deseando que la ya maltrecha economía del país no empeore, la mayoría de egipcios esperan el desenlace de esta nueva crisis en su vecindad.
