El mandatario paquistaní, Pervez Musharraf, describió como "productivas y sinceras" sus conversaciones en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Ambos gobiernos firmaron acuerdos bilaterales incluyendo uno contra el crimen internacional y el tráfico de drogas.
Putin dijo que la visita ayudará a que ambos países enfrenten de manera coordinada los grandes desafíos globales, como por ejemplo, la lucha contra el terrorismo.
Esta es la primera vez en 30 años que un líder pakistaní viaja a Rusia. El último había sido Zulfiqar Ali Bhutto, en los setenta.
Rusia ha sido un aliado histórico de la India, el enemigo de Pakistán.
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Las relaciones recientes entre ambos países no ha sido muy buenas.
La Guerra Fría fue la época de más tensión, cuando Pakistán, apoyado por EE.UU., entrenó y suministró con armas a los guerrilleros muyahedines, quienes expulsaron a las fuerzas soviéticas de Afganistán.
El apoyo de Pakistán a los talibanes durante la siguiente década tampoco hizo gracia a Moscú.
Rusia, por su parte, siempre tuvo vínculos más estrechos con India, el enemigo acérrimo de Islamabad.
Ahora Pakistán cree que está enviando el mensaje correcto a Rusia, como miembro de la coalición contra el terrorismo, creada después de los atentados del 11 de septiembre.
