El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, sostuvo conversaciones en Moscú con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una nueva señal del mejoramiento en las relaciones entre ambos países.
Los dos mandatarios intercambiaron elogios sobre el papel que, en su opinión, ambos países han desempeñado en la llamada "guerra contra el terrorismo".
Putin elogió el levantamiento del cerco a Arafat.
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Aparte de discutir el estado de las relaciones bilaterales, los dirigentes hablaron de la crisis de Irak y el conflicto entre israelíes y palestinos.
Sharon planteó temas de seguridad, incluyendo los temores israelíes sobre la posibilidad de que tecnología rusa esté siendo utilizada por Irak para desarrollar armas de destrucción masiva.
Por su parte, Putin repitió su llamado para que se logre un rápido regreso de los inspectores de armas de la ONU a Bagdad y dijo que el Consejo de Seguridad tenía que encontrar una solución a la crisis.
Rusia se opone a las propuestas de Estados Unidos y el Reino Unido de imponer un plazo para las inspecciones que, de no cumplirse, contemplarían una inapelable intervención militar.
El tema palestino
En cuanto al conflicto entre Israel y los palestinos, Moscú reiteró que debe buscarse un acuerdo a largo plazo, basado en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Rusia asegura que tiene estricto control sobre la exportación de tecnología.
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Al comienzo de las conversaciones, Putin alabó a Sharon por poner fin al cerco militar israelí al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat.
"Creo que esta fue una decisión difícil de tomar", dijo Putin.
El gobierno ruso había criticado el sitio impuesto a Arafat y la situación se presentaba como un posible obstáculo a la visita oficial de dos días de Sharon a Rusia.
