Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Jiang Zemin, reunidos en Moscú, lanzaron un claro mensaje de condena del programa de defensa anti-misiles estadounidense, al tiempo que confirmaron su fidelidad al tratado de no proliferación nuclear de 1972.
|
Rusia y China quieren expresar la trascendental importancia del Tratado de Misiles Balísticos de 1972 (ABM), que es la piedra angular de la estabilidad mundial y la base para la reducción de las armas de destrucción masiva
|
Comunicado conjunto de China y Rusia. |
"Rusia y China quieren expresar la trascendental importancia del Tratado de Misiles Balísticos de 1972 (ABM), que es la piedra angular de la estabilidad mundial y la base para la reducción de las armas de destrucción masiva", explicaba un comunicado conjunto hecho público el lunes.
Pese a hacer frente común contra la 'Guerra de las Galaxias', los dos líderes aclararon que no es su intención crear un bloque político o militar de ningún tipo y que sólo intentan revitalizar sus relaciones con un nuevo pacto de amistad y cooperación, que sustituirá al suscrito en 1949, en la era comunista.
Aclaración
No hay pues, según Putin y Zemin, una alianza "antiamericana" ni una amenaza contra nadie pero sí hay un vehemente rechazo de la política de defensa de la Administración Bush.
Vladimir Putin así se lo explicará a George W. Bush cuando se encuentren de nuevo cara a cara esta semana en Italia en la reunión del Grupo de los Ocho.
La pruebas antimisiles de EE.UU. molestaron a China y Rusia.
|
El nuevo acuerdo de cooperación chino-ruso incluye el desarrollo de sus intercambios comerciales y culturales, aunque su importancia estratégica es más que evidente.
Las dos naciones necesitan estrechar lazos para garantizar su propia seguridad. Rusia ve al gigante chino como una posible amenaza en sus fronteras más orientales y China, por su parte, considera que una Rusia revitalizada podría ser un serio rival en Asia.