Escribe Jana Beris, corresponsal de la BBC en Jerusalén
"La probabilidad de que seamos atacados es de un 1%, pero nos hemos preparado para afrontar un 100% de peligro".
Sharon: "1% de probabilidad de ataque".
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Con estas palabras, el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, resumió los dos extremos de la ecuación con la que se maneja su país, de cara a la guerra en Irak: destacar que resulta poco probable hoy en día un verdadero ataque iraquí, pero agregar al mismo tiempo que si éste se lleva a cabo, puede resultar altamente riesgoso.
La gran pregunta a la que nadie ha logrado aún responder, es cómo maniobrar con estos dos extremos, garantizando que no cunda el pánico.
Los reservistas también fueron acuartelados.
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La ciudadanía israelí no reacciona por el momento con histeria, pero el nerviosismo, en cierta medida, va gradualmente en aumento. Cada comunicado publicado por el Frente de Retaguardia, agrega un nuevo grado a la alerta general.
Ahora ya está claro: hay que abrir las cajas con las máscaras anti-gas, cada uno debe probarse la suya y cerciorarse de que todo está bien.
Siempre con la máscara
Dondequiera que cada israelí vaya en los próximos días, debe llevar su máscara consigo. Lo harán también este jueves los alumnos de todo el país, que tras tres días de vacaciones por la festividad judía de "Purim", vuelven a las clases, contrariamente a lo que esperaban.
"Pido que no confundan a los niños y no los pongan nerviosos", declaró la ministra de Educación, Limor Livnat, rechazando quejas de padres que consideraban irresponsable reanudar las clases en medio prácticamente de un estado de guerra en la zona.
Quienes no pensaban por cierto en los dilemas escolares, son aquellos israelíes que optaron por viajar al exterior hasta que se calmen las cosas, o aquéllos que prefirieron viajar a la ciudad balnearia sureña de Eilat, supuestamente lejana de eventuales ataques misilísticos.
Los viajeros son generalmente los habitantes del área metropolitana de Tel Aviv, que en la guerra anterior en 1991 fue la más afectada por los misiles iraquíes.
Humor plástico
Más vale prevenir...
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Y en las casas, cada uno deberá elegir dónde resguardarse en caso que se oiga la alarma antiaérea.
En la habitación construida ya especialmente para una situación como la actual, con paredes y ventanas blindadas -como lección del 91-, se convierte en un refugio si es que se puede llegar a él en tres minutos, o en una habitación común que haya sido previamente "sellada" con nylons y cintas aislantes que tapen sus puertas y ventanas, como protección de eventual infiltración de gases letales.
Al menos, hay quienes lo toman con humor."¿Nylons? ¿Eso nos va a salvar?", se pregunta la gente en broma. "¿Acaso usamos una capa de nylon contra un ataque químico y ponemos dos si el ataque es nuclear?".